5 de marzo 2021
Hoy les comparto una historia que cada tanto me ayuda mucho tenerla presente:
Imagínate que existe un banco, que cada mañana abona en tu cuenta la cantidad de $86.400. Ese extraño banco, al mismo tiempo, no arrastra tu saldo de un día para otro: cada noche borra de tu cuenta el saldo que no has gastado.
¿Qué harías?… imagino que retirar todos los días la cantidad que no has gastado, ¿no?
Pues bien: cada uno de nosotros tenemos ese banco… su nombre es Tiempo. Cada mañana, ese banco abona en tu cuenta personal 86.400 segundos. Cada noche ese banco borra de tu cuenta y da como pérdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso.
Ese banco no arrastra saldos de un día a otro; no permite sobregiros. Cada día te abre una nueva cuenta.
Cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tu saldo durante el día, tu eres el que pierdes. No puedes dar marcha atrás.
No existen cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.
Por tanto, un buen consejo es que debes invertir tu tiempo de tal manera, que consigas lo mejor en salud, felicidad y éxito.
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